«La vida puede ser muy larga, por lo que el tiempo y las decisiones son relativas.»

¡Buen día mis queridos colegas lectores! Espero que este mes de Febrero les esté tratando de maravilla y que se encuentren con la mejor paz y salud del universo. 

Estos días me he mantenido un poco alejada de internet debido a algunos procesos que el destino me presentó y he reflexionado bastante sobre las decisiones que estoy tomando en mi vida (creo que basta con decirles que me puse existencial… de nuevo).

También me he replanteado la forma en la que interactúo con ustedes y creo que estoy prefiriendo hablarles como si estuviera haciéndolo con mis mejores amigos. Es que siento que así mantenemos mejor la autenticidad de lo que les quiero compartir, además de hacerles saber lo mucho que los aprecio ?.

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El día de hoy les vengo a compartir la historia de dos escritores que investigaron un pequeño pueblo japonés, para ser más precisos, Ōgimi, donde las personas pueden vivir hasta más de cien años, llegando así a descubrir un modo de vida y estado mental que los ayudaba a hacer esto posible. Sin hacerles el cuento largo, el concepto al que llegaron se llama “Ikigai”.

(Les dejo el documental original en este enlace).

Vamos entendiendo un poco más sobre el término: Ikigai no tiene una traducción exacta, pero se refiere básicamente al sentido de la vida, o en palabras de los autores originales: 

“Aquello que te hace levantarte con ilusión cada día: Iki = Vida o «estar vivo» y Gai = Lo que vale la pena y tiene valor”.

Ahora bien, resumiendo un poquito más el tema les comparto un pequeño diagrama que hice para explicar mejor este método:

Lo que amas hacer:

En esta categoría encontramos todo aquello que nos causa placer en la vida diaria. Vamos poniéndolo en otras palabras: Eso que te gusta hacer tanto, que se te podrían pasar horas y ni siquiera lo habrías sentido. Por ejemplo, les comparto lo que yo amo: tomar fotografías, leer, surfear por la web, aprender cosas nuevas, etcétera.

Lo que te sale bien:

Aquí vamos a elegir las cosas que podemos hacer con mejor destreza. Tendremos que separar lo que nos gusta y lo que honestamente, repito, honestamente sabemos en lo que somos hábiles. Por ejemplo, a unas personas se les da la política, a otras los números, y en mi caso, escribir.

Diagrama Ikigai

Lo que deja dinero:

Esta sección es más sencilla y clara, aquí vamos a destacar entre nuestras habilidades y lo que nos gusta, lo que puede beneficiarnos en la economía. 

Ejemplo: Si a mí me gustaran mucho los postres y también me salieran muy buenos, podría comenzar a venderlos.

Lo que el mundo necesita:

Por acá tenemos las problemáticas que necesitan ser resueltas en nuestro mundo, o bien, en nuestro exterior más cercano o nuestra comunidad. Otra forma de saberlo sería contemplando las tres categorías anteriores y preguntándonos si estas resuelven o satisfacen algo que hace falta en el lugar donde vives.

Ikigai: una fórmula para crear la felicidad

Una vez ya sabiendo todo esto, separando las ideas y poniendo más clara nuestra mente (si gustan pueden crear un diagrama como el que les compartí), vamos descubriendo lo que comenzará a darle más objetivo a nuestra vida:

Si lo han notado, en el diagrama tenemos señalados con flechas los resultados de la suma de cada categoría, los cuales serán los siguientes:

Pasión: todo lo que coincida entre lo que amas y lo que sabes hacer muy bien.

Profesión: Vamos a traducirlo como lo que sabes hacer bien y por lo que puedes cobrar.

Vocación: La encontrarás si lo que cobras también satisface una necesidad.

Misión: Será algo que puedes dejar en esta Tierra y que a su vez resuelve un problema.

¡Ojo! Algo que también hay que tomar en cuenta es que la vida puede ser muy larga, por lo que el tiempo y las decisiones son relativas. El Ikigai se mantiene flexible, es decir, no es obligación mantener estrictamente lo que es mi pasión si al pasar los años ya no me causa placer, o si mi profesión de pronto ya no es tan rentable y necesite cambiar de habilidades que pueden ayudarme.

Es aquí donde cierro este texto y les pregunto: ¿Ustedes qué piensan? Espero que les haya gustado y que me platiquen en los comentarios si alguien de ustedes ya ha puesto este diagrama en su vida antes. Muchas gracias por leerme 🙂

(Foto de portada hecha por Arpan Goyal en Unsplash)

¡Paz!

-Andy.