Mi verdad básica es que todo tiempo es un ahora en expansión (Severo Ochoa)

Que el tiempo se nos escurre entre los dedos es una sensación conocida para todos nosotros.

 A nadie nos sorprende escuchar en todo momento la dichosa frase de: “No Tengo Tiempo”. Habiéndose convertido en una especie de Mantra Occidental.

Pensemos por un momento cuántas veces le decimos; a quien se ponga delante. Incluso en nuestros propios mensajes internos, que el tiempo se nos pasa muy deprisa.

Que necesitaríamos tres vidas para poder hacer aquello que siempre hemos querido.

Sin duda es el gran escurridizo de nuestro día a día.

Quizás nos sucede esto porque la mayor parte del día la pasamos apagando fuegos y saltando de una actividad a otra, y preocupados.

Porque, para hacer aquello que nos apasiona tenemos que sacarle tiempo, al tiempo”, y aun así, realizamos lo que nos gusta también estresados. Con prisas y sin tiempo.

Y es que, tenemos la sensación de que vamos demasiado deprisa, como de una carrera se tratara. Para aquello que nos encanta disponemos, en el mejor de los casos, unas pocas horas a la semana, o incluso al mes. Dependiendo del punto del ciclo vital en que nos encontremos.

Nos proponemos todos los inicios de años, cada cumpleaños o después de pasar una experiencia traumática no dejar pasar más el tiempo y desarrollar por fin aquello que nos apasiona.

Y, ¿qué suele suceder? Que rara vez tomamos conciencia plena del aquí y ahora y, que el momento de hacer las cosas es en el presente.

Porque aplazar indefinidamente nuestros sueños es lo que nos lleva a la infelicidad.

Y en este punto la cosa vuelve a confundirse, porque no todos los sueños pasan por desear cosas materiales.

Muchos de nuestros sueños pasan por tener tiempo y entramos en un bucle de creencias ancladas, que pasan de generación en generación, donde nos han repetido hasta el cansancio de que hay que labrarse un futuro.

Qué es más o menos lo mismo que no vivir en el presente y tener que esperar a que el futuro se cumpla, para poder vivir.

Y nos llenamos de excusas, y cargamos con la infelicidad a cuestas como si fuera parte obligatoria del proceso de vivir.

Cuántas veces hemos dicho, ÉSTO que siempre he deseado, lo haré cuando: “mis hijos se vayan de casa”, “cuando encuentre un trabajo mejor», “cuando me estabilice”, “cuando me jubile”, “cuando pueda permitírmelo”, etc.

 Y si somos mujeres …. Ahí somos expertas en aplazar nuestras pasiones, expertas en ser 4×4 que, de tanto dedicar nuestra vida a los demás nos olvidamos de buscar tiempo para nosotras mismas.

 Incluso en muchos casos, vivimos a través de nuestros seres queridos, queriendo complacer a todos de manera constante y casi enfermiza, en un intento inútil de vivir a través de las necesidades de otros.

 Dentro de nuestras necesidades está la de aprender a tomar las decisiones correctas por nosotras mismas. Pues dejar de lado nuestros anhelos sólo traerá sentimientos de infelicidad y frustración.

Y merece la pena intentar ganarle tiempo al tiempo, hacer realidad tus deseos. Vale la pena intentarlo con toda la tenacidad del mundo, porque hay ganancia y aprendizaje en el viaje de la persistencia.

El arrepentimiento que nos generará la infelicidad de no habernos atrevido a vivir plenamente terminará por herirnos.

Saber que tu puedes hacer cualquier cosa en cualquier momento, dejar tu pasado y tu futuro y decidir qué hacer con tu presente. Eso es algo parecido a controlar el tiempo, poner como prioridad tu deseo de realizarte como persona, de sentirte más plena y más completa par poder dar lo mejor de ti, es sin duda, la opción mas sana.

Porque el tiempo pasará, inexorablemente pasará, y el paso del tiempo lo toca todo, lugares personas y relaciones, lo modifica todo minuto a minuto sin que apenas nos demos cuenta.

Y no hay vuelta atrás, porque posponer aquello que deseamos hacer no es saludable.

 Lo que sí es saludable es buscar la manera de llevarlo a cabo, de encontrar los momentos, de ponerlo en lo primero de la lista y llevarlo a cabo…..con o sin tiempo.

Y además de nuestra realización personal es necesario que miremos por encima de nuestros hombros.. ¿Qué mensaje les estamos dejando a los que vienen detrás? ¿Qué legado? Siendo abuela cada vez más me preocupa este concepto.

Se habla mucho sobre el mundo le vamos a dejar a nuestros hijos / nietos desde un punto de vista de sostenibilidad medioambiental o económico. ¿Pero qué clase de mundo emocional les vamos a transmitir?

 Debemos de ser capaces de poner como prioridad nuestras ilusiones, y continuar soñando, riendo, planeando, creciendo, descubriendo.

Y aquí las mujeres tenemos mucho que aprender o reaprender.

Reaccionar y actuar es algo que no debería de quedarse como un pliego de buenas intenciones, como las cumbres climáticas o los acuerdos de paz.

Estas actuaciones tienen que partir de nuestro interior y se debe de buscar tiempo para vivir esas experiencias gratificante más allá de cuál haya sido nuestro pasado, (donde se albergan gran parte de nuestras heridas, de nuestras culpas, de nuestras excusas).

El pasado no debe convertirse en nuestra identidad, ni mucho menos limitarnos.

Debemos de desprendernos del dolor, perdonar, sanar, y agradecer; sólo por el hecho de estar vivas.

El tiempo sólo es una forma de organizar los acontecimientos para secuenciar con un orden las actividades.

Pero como personas responsables y conscientes debemos de incluir en nuestros tiempos la realización personal.

Por nosotros, por nuestra familia, y por el mundo en que vivimos.

Porque sí se puede, y, además llegar a nuestros sueños es la mejor moneda para una existencia de sosiego de calma y de bienestar. Es también la mejor prevención a diferentes enfermedades que hoy por hoy nos marcan, nos condicionan y nos limitan, a nosotros y a nuestro entorno.

Tenemos la responsabilidad de encontrar pequeñas parcelas de felicidad plena y compartirla con nuestros seres queridos.

Debemos de estar y sentirnos bien para educar, para criar, para cuidar, y para amar.

Tenemos que encontrar tiempo.

Muchas gracias

 Gra

Os invito como siempre a entrar en mi página www.yogasohamgraciela.com

4 Comentarios

  1. Rossana

    Tiempo, tiempo, nos iguala a todos porque nadie lo puede comprar y todos lo tenemos.
    Nada más cerca de mis pensamientos, todo muy claro como si estuviera leyendo mi cabeza.
    Gracias, ?

    Responder
    • Amparo

      Lo acabo de leer .hasta ahora no he tenido tiempo .??sabias palabras es así .

      Responder
      • graciela

        muchísimas gracias Amparo, te has tomado el tiempo de escribirme y eso es de agradecer

        Responder
    • Graciela

      muy agradecida por dedicar tu tiempo a leerlo y espero te haya sido útil Gra

      Responder

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *