Los extraterrestres

Una tarde, de forma inesperada se posicionó en la calle Salud de Centro Habana un platillo volador proveniente del planeta 6TR. Ahí mismo se formó un tropelaje talla XL. Si en ese municipio de dar un grito todo el mundo se asoma al balcón, hay que imaginar lo que se formó cuando aterrizó un artefacto de ese tipo. Todo el mundo para la calle, primero con miedo y luego expectantes.

que será eso ???

un platillo volador ???

maní molido, maní molido

el último !!!

Finalmente se abrió la puerta y se despejó la incógnita. Salieron tres seres pequeños, verdes, con grandes ojos y sin pinta de agresividad ninguna. Ahí mismo se formó lo que se forma en Cuba cuando llega a un barrio un visitante allende a nuestras fronteras. Música, ron, baile, caldosa, fotos, abrazos y sonrisas, en finnn, puro cubaneo !!! Incluso varios vecinos fueron con los recién llegados en el platillo a buscar ron a un punto por el Cerro que lo vendía más barato. Al regreso, pese a lo avanzada de la noche, aparecieron los pioneros, leyeron un comunicado y le pusieron una pañoleta a los extraterrestres. La gozadera duró hasta las 3 de la mañana. Incluso uno de los extraterrestres aprendió a bailar rumba.

Me llamo William, que bien bailas, y eso que eres de otro planeta !!!

No solo en la Tierra se baila.

– Cuál es tu nombre ???

Corchuratrix

ño, puedo decirte Concha ???

si quieres

Contentos disfrutaron de su primer amanecer en la Tierra, que para su asombro fue rojo, pues en 6TR son verdes. Sin embargo, a partir de ese momento los acontecimientos comenzaron a desarrollarse de forma diferente. Lo primero que sucedió fue que los mismos que ayer sonreían felices a su lado, ahora les dijeron que les quitaran el platillo del frente a la casa que no deja que se vea el cartel que están vendiendo tarjetas de nauta, y además, después seguro que vendría la policía a ver que pasaba y ellos no querían echarse esos ojos encima. Luego, uno de los que se había tirado fotos con ellos, de pronto se cambió de ropa y apareció con uniforme de policía. Resulta que era el Jefe de Sector y por poco se los lleva presos por no tener carné de identidad, por andar sin nasobuco, por no tener la circulación del platillo y además por tenerlo mal parqueado. El colmo fue que hasta hubo que buscar testigos que dijeran que no les habían cobrado por la vuelta en el platillo, porque se los quería decomisar por botear sin licencia.

Afortunadamente William que era primo del Jefe de Sector, intervino y logró convencer a la autoridad que se irían enseguida, que se comprarían unos nasobucos y resolverían inmediatamente el tema del parqueo. Aún así el policía le tomó el número de serie al platillo para verificar que no fuera robado.

El primer problema fue comprar los nasobucos, pues ellos, como buenos extraterrestres que eran, andaban sin un centavo terrícola. Años antes una expedición que también había llegado a Cuba se había llevado unos CUC y con esos billetes andaban, pero imagina tú, CUC a estas alturas. Finalmente William asumió el costo de las prendas con el compromiso de ellos de que después se lo pagarían.

El tema del parqueo fue una odisea. En Centro Habana lo único que no tiene solución es la muerte. Cualquier otra cosa, y eso incluye desde una caja de muerto hasta nieve del Himalaya, se resuelve. Pero conseguir un parqueo decente donde no te lleven las piezas por la noche es desgastante. Finalmente el Parque El Curita se eligió como una opción viable y hacía allí se dispusieron a mover el platillo. Felices y tan relajados como podrían estar 3 extraterrestres regresaron a buscar su platillo. Pero, no contaban con el fenómeno que se encontraron. Al platillo le habían llevado las gomas, el parabrisas y hasta el combustible nuclear. Incluso le rayaron la pintura para escribir Mirta y el Chino, y en la antena le habían enredado dos pares de zapatos viejos. Los extraterrestres no podían estar más asombrados. Ni en los anillos de Saturno les había sucedido algo similar !!!

Rápidamente decidieron hacer lo que es lógico en Centro Habana y que debieron hacer desde el principio. Dejaron a uno vigilando el platillo y los otros dos salieron a ver como resolvían los faltantes, siempre acompañados de su fiel William. Llegaron a un taller que había en la calle Zanja y al acercarse a los mecánicos todos casi a coro dijeron no tener solución para ese problema. Imposible resolver lo que ellos buscaban. Los extraterrestres con el ánimo por los suelos decidieron ir a otro taller. Pero cuando solo habían caminado una cuadra, uno de los mecánicos los alcanzó y con tono de agente secreto, les dijo que él no tenía, pero que conocía a un socio que viajaba frecuentemente a Panamá y vendía eso mismo que ellos necesitaban, incluso el combustible nuclear. Una vez más el entusiasmo se apoderó de sus extraterrestres mentes, pero de nuevo el tema monetario se impuso. De donde sacarían el dinero necesario para eso.

Ahí sacaron en cuenta que tanto en el planeta 6TR como en la Tierra era horario de almuerzo, así que decidieron alimentarse y luego dedicarle neuronas al tema del dinero. Fueron para el platillo y para ahorrar sus provisiones recalentaron un poco de caldosa de la fiesta de la noche anterior.

La tarde, asesorados por William, la dedicaron a definir de todas aquellas pertenencias y partes del platillo, de las que podrían prescindir en aras de venderlas y poder sacarles un mínimo de dinero que permitiera comprar lo que necesitaban y de paso pagarle a William. Tuvieron que prescindir de las camas, de los módulos de emergencia e incluso el jefe de la tripulación vendió su cadena de criptonita de 32 kilates, recuerdo de su abuelo, extraterrestre famoso por liderar la conquista de Plutón.

Todo aquello se vendió en la calle Monte como pan caliente y de ahí uno de los dos extraterrestres regresó al platillo, pues tenía los pies molidos de tanto caminar por la tierra, pues en su planeta la gravedad era menor. El otro siguió con William rumbo al taller. A la altura de la calle Reina iban tomados de la mano.

El mecánico al verlos se movió a toda velocidad y en 10 minutos regresó con una sonrisa de oreja a oreja y todo lo prometido, que por demás, sospechosamente era idéntico a lo que les habían robado de su platillo. Pero bueno, no era hora de ponerse a analizar esos detalles. Coordinaron un bicitaxi y transportaron todas las cosas para la cuadra y pusieron manos a la obra. Incluso les sobró un poco de dinero que guardaron para próximas expediciones. Ya habían tenido una experiencia amarga con los CUC, pero bueno, quien sabe si a su regreso no habríamos cambiado la moneda.

En par de horas ya estaba el platillo listo para volar. De cualquier manera para evitar problemas lo movieron empujado hasta el parque El Curita y comenzaron a ultimar detalles para el despegue de esa noche. De la Tierra ya sabían lo que habían venido a averiguar. Corchuratrix quiso dar una vuelta más por la Habana y profundizar en su conocimiento de la tierra y de Cuba, y acompañada nuevamente de William salió a caminar la Habana.

En el paseo William invitó a Corchuratrix a almorzar algo mejor que la caldosa. En una paladar comieron unos camarones rebosados con mayonesa y de postre helado de chocolate. Para rematar se sentaron en el malecón y se fumaron un tabaco.

Hoy es mi último día en la tierra

Regresarán algún día ???

Ni idea. En mi planeta eso es complicado. Este tipo de misiones las definen los jefes.

sí, igual que aquí

– parece que después de todo no somos tan diferentes

sí, parece que nos parecemos más de lo que creemos

– podría irme con ustedes ???

morirías. Allá se respira dióxido de carbono. En tu atmósfera hay tanto que hasta nosotros podemos respirar, pero tú no durarías un segundo.

– como me dijiste que se llaman esos músicos ???

– los Van Van, tienes que llevarte un disco de ellos

Voy a extrañarte

igual yo

seguro que tienes que irte ???

Ese día a las 9 de la noche en punto, con el sonido del cañonazo enmascarando un poco el ruido y ante la molestia de los parqueadores que ya habían organizado un parqueo de bicitaxis debajo del platillo, despegaron los extraterrestres, mientras dos figuras abrazadas los despedían.

Esta vez solo llevaba 2 tripulantes.

Dos años después aterrizaba nuevamente un platillo volador en Centro Habana. Esta vez lo hizo en una azotea que tenía pintados en blanco unos caracteres inentendibles.

Tres seres verdes abrieron la puerta y se bajaron pero esta vez no llamaron la atención.

jefe, usted cree que haya valido la pena dar este viaje solo para inscribir a dos niños que nacieron en otro planeta ???

– Por gente como tú es que estamos buscando otro planeta para mudarnos !!! Claro !!! es el primer caso de híbrido de 6TR con terrícola !!! Una vez que sean ciudadanos de ambos planetas ya podrán reclamar a la familia y traeremos a medio planeta para acá, ahora que el nuestro tiene un calor horrendo y nos quedamos sin agua dulce, aunque mientras más veo a este, menos me parece que sea muy diferente.

Hola amigos, bienvenidos a la tierra, siéntanse como en su planeta

Hola, donde podemos encontrar a Corchuratrix ???

A quien ??? AAAh a Concha !!! Al doblar !!!

Yarturox, quédate en el platillo vigilando. Todavía recuerdo lo que nos pasó la primera vez.

tranquilo amigo, su platillo está seguro. Coja su chapilla y no se preocupe que este es el mejor parqueo de platillos de toda Cuba. Si se pierde algo se lo reponemos enseguida. Se lo digo yo que desde que dejé el taller de electrónica estoy en este negocio. Incluso si quiere se lo fregamos y le llenamos el tanque de combustible nuclear.

bajen por esta escalera y al doblar donde hay una cola y un cartel que dice Paladar, La Vía Láctea, pregunten por Concha o William.

La mejor comida criolla de toda la Habana mi hermano. Especialidad camarones. Los extraterrestres tienen prioridad. Eeeh hoy tenemos clientes VIP. William !!!

Bienvenidos a mi negocio. Mi nombre es William y les repito que ustedes aquí son prioridad. El primer plato va por la casa. Mi esposa está bañando a los jimaguas, pero cuando se entere de su presencia se va a volver loca de contenta. Trío, toquen Los Marcianos llegaron ya para los clientes.

El Dienteperro

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